Por Jorge Casado
Periodista y fot ógrafo
Ayudar al necesitado es muy común entre los dominicanos.
Desprenderse de lo poco que tiene para una buena causa, no lo piensa mucho.
Pero mucho ojo, controlen su sensibilidad humanista porque hay gente en la calle, en periódicos, en televisión, en radio y en redes sociales, que se disfrazan de necesitado y le sacan provecho a sus supuestas carencias materiales para vivir del más "pende..."
Ante cualquier petición de ayuda que veas, lo mejor es tener "Sangre de Maco" y verificar minuciosamente lo que se requiere y cómo esa colaboración beneficiará al solicitante.
Si es necesario contacta a organizaciones comunitarias cercanas que puedan dar fe de la veracidad y emergencia de las peticiones en cuestión.
Hace varios años me contaba el Doctor Cruz Jiminián en su clínica sobre el caso de una señora que recorría los medios de comunicación para pedir dinero para la operación de su niña que padecía de hidrocefalia.
Resulta, que él había tratado a la menor y no recomendaba operarla porque se le garantizaba más años de vida si no se intervenía, que interviniéndola.
Era un caso irreversible por el que la ciencia médica poco podía hacer.
A pesar de esto, la señora era vista en calles y en algunos noticieros pidiendo para la supuesta operación.
En días recientes, la periodista katerinne Luna, de Listín Diario, publicó la historia de tres hermanitos menores y de uno de 19 años, que vivían solos en una casucha invadida por todos tipos de carencias, desde la muerte trágica de su mamá a principio de año.
La buena intención de la comunicadora y su sensibilidad son notorias en sus descripciones. Da a entender que los niños y el joven estaban desamparados totalmente de sus familiares y vecinos.
No afirmo que éste se trate de un caso de esos que se montan para conseguir ayudas de los ciudadanos o del propio Gobierno y sus instituciones.
Al día siguiente de la publicación decenas de corazones humanitarios se volcaron con comida, juguetes, pintura, muebles, enseres del hogar y un empleo digno para el joven que asumió ser hermano, padre y madre a la vez.
Al mismo tiempo me dio risa leer, que una tía que había asumido anteriormente su custodia, declaraba que analizaba la posibilidad de volver a llevárselos para su hogar.
En televisión el padre de los "huérfanos" también agradeció todas las donaciones y beneficios recibidos porque él no puede mantenerlos debido a lo poco que consigue para vivir.
Bendiciones fueron las ayudas, pero qué seguridad hay de que le serán de provecho en un barrio marginado donde la delincuencia asecha a todas horas.
El que requiera una medicina o tratamiento que presente la indicación y la receta validada por un médico y un centro de salud.
Nunca deposite dinero en cuentas bancarias personales porque se sobre ayuda sin ningún tipo de control y se deja de ayudar a quienes esperan realmente ser ayudados.
Con estas recomendaciones no pretendo endurecer tu corazón, pero sí de que estés vigilante ante falsos necesitados.
