!!Apoyamos los esfuerzos por erradicar la enfermedad el Cancer de Mama... Vamos y avancemos por la mujer¡¡ Este blog utiliza cookies el acceso al mismo es la aceptación automatica, GRACIAS

Ejecutivo emite decreto para Reglamento de Aplicación Ley sobre Discapacidad No.5-13

Ejecutivo emite decreto para Reglamento de Aplicación Ley sobre Discapacidad No.5-13

Lunes, 05 de diciembre de 2016

Fotos | Video | Audio | Documentos

Danilo Medina emitió el decreto 363-16 que establece el Reglamento de Aplicación de la Ley 5-13 sobre Discapacidad. Fue dado el 2 de diciembre, víspera del Día Nacional e Internacional de las Personas con Discapacidad. Este se celebra cada 3 de diciembre.

El director del Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS), Magino Corporán, calificó el hecho de histórico. Dijo que es un hito sin precedentes para las personas con discapacidad en la República Dominicana.

Oportunidades para personas con discapacidad
Ni la ley No. 21-91, ni la 42-2000 contaron con este importante instrumento para su aplicación. La primera reconoce los derechos y deberes de las personas con limitaciones físicas, sensoriales y/o mentales. La segunda, en tanto, es la Ley General Sobre la Discapacidad en República Dominicana.

El Reglamento se ajusta a los principios de la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU. Promueve que las personas con discapacidad tengan oportunidades de participación a partir de sus comunidades.

Asimismo prevé la creación de políticas, iniciativas y acciones que promuevan la independencia del discapacitado. También su inclusión plena en la educación, trabajo, salud, política, recreación, turismo y cultura, entre otros.

Magino Corporán afirmó que el Reglamento es expresión de la fuerte voluntad política del actual Gobierno. Aseguró que evidencia el compromiso del Estado dominicano con los derechos de las personas con discapacidad.

Fuerte voluntad política
Dijo que la pieza forma parte del proceso de armonización legislativa que el CONADIS desarrolla desde 2013. Precisó que en ese marco se han visto la creación de otros dispositivos normativos.

Citó entre estos el Reglamento de Protección al Usuario de los Productos y Servicios Financieros. Asimismo, la Certificación Internacional de Playa “Bandera Azul”, entre otras iniciativas.

Más tareas y responsabilidades
Magino Corporán indicó que a partir ahora las instituciones públicas tendrán numerosas tareas y responsabilidades. Del mismo modo, la sociedad civil, el sector privado, las personas con discapacidad y sus familias.

“La verdadera inclusión y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad sólo es posible cuando todos aportemos a la construcción de una sociedad cada día más justa, accesible e inclusiva”, enfatizó el director de CONADIS.
Share:

LA HISTORIA DE UN MUNDO ENCANTADO


Les dejo en este entrega una una joya de discurso y un llamado a la acción, escrito e interpretado por el periodista dominicano de la vieja escuela Vianco Martínez, repleto de bellas imágenes, sustancioso y conmovedor, como las crónicas del autor.
Vianco ganó  un premio en la categoría “periodismo digital”,  por una serie de reportajes sobre las condiciones de las escuelas en el sur de la cordillera Central, publicada en Acento.com.do.
En el acto de entrega del galardón, el periodista interpretó el discurso que aquí comparto. En realidad, es otra de sus crónicas, lo que debería ser todo discurso.
No estuve en el auditorio, pero sé que Vianco no dijo este discurso, porque lo conozco. Estoy seguro que lo interpretó, lo declamó, lo dramatizó, porque así es Vianco cuando conversa, un excelente actor. El actor se sabe comunicador, pero no siempre el comunicador se sabe actor.
Sufran y disfruten este texto, cuando lo lean sabrán porqué la antítesis:
“Ante todo, quiero agradecer a Visión Mundial, Unicef y Plan Internacional este premio, que recibo con humildad en nombre de toda mi familia y de todos mis amigos, y que con humildad quiero compartir con todos los periodistas participantes y que, seleccionados o no, presentaron trabajos de alta calidad.
“Agradecimiento especial para Gustavo Olivo, quien acogió estas historias, las peleó y las hizo suyas, y al equipo que lo acompaña en Acento.
“También a Genris García, del periódico Vigilante Informativo, un periodista que siempre ha sabido donde está su lugar.
“Y para Panky Corcino, un editor mágico que me distingue con su amistad, con su complicidad y con su apoyo. Al fotorreportero Pedro Canela, que siempre dice presente.
“Asimismo, agradecimiento a todos los medios que se interesaron y las difundieron. A todos mi más caro sentimiento de gratitud. Y desde luego, compartirlo con mi madre querida, que no está aquí a mi lado porque hace poco se fue a vivir a una estrella.
 “Estas crónicas cuentan la historia de un mundo encantado. Un paraíso compuesto por pueblos que nacieron olvidados, entre los ríos La Cueva, Río del Medio y Yaquecillo. Un lugar donde faltan escuelas, caminos y hospitales, pero sobran las sonrisas.
“Fue allí, en un lugar donde están las flores silvestres esperando que las nombren, donde conocí a un grupo de muchachas que van con el pelo al viento y una tiza en la mano, y a un grupo de muchachos de invencible voluntad, que cada semana suben a la montaña a llevar pequeños destellos de luz y de futuro: los maestros rurales; más de cuarenta docentes que trabajan en medio de la adversidad en escuelas que son una vergüenza nacional, y que teniéndolo todo en contra, tienen aún el coraje de sonreír.
“Y fue allí, un día en que las montañas tenían a septiembre a sus pies, donde conocí a Ezequiel, el niño más triste de la cordillera, que como una flor marchitada en plena primavera, se hace hombre antes de tiempo en las plantaciones de la necesidad.
“Y fue allí, cuando las flores de marzo empezaban a entristecer, que una maestra llamada Danilka me contó una historia que cada día le cuenta al viento, para que el viento se la cuente a todos aquellos que quieran escucharla, y para que todos aquellos que quieran escucharla se la cuenten a aquellas personas que toman decisiones importantes: que en su escuela, situada en la sección Las Cañitas, de Padre Las Casas, en el corazón de la cordillera Central, muchas veces tiene que despachar a los alumnos antes de terminar la jornada porque tienen hambre, y porque el hambre que tienen no los deja mirar la hermosura del mundo de su infancia, y no los deja estudiar, y a veces ni siquiera les permite mantenerse en pie.
“Y fue allí, a la vera de un sendero orlado por un encaje de helechos flores silvestres, donde una vez conocí a un niño que por sus buenas calificaciones se ganó un premio a la excelencia académica y no pudo venir a la capital a recogerlo porque no tenía zapatos.
“Esta realidad se llama injusticia y un día tiene que cambiar.
“Hay que ver cómo se enciende el mundo cuando sale el sol en aquellos lugares encantados, situados al otro lado de los aguaceros y suspendidos en el tiempo, y ver cómo cambian, de un segundo a otro, los colores de la aurora; y cómo se puede constatar que el mundo se quebró y se partió en pedazos bajo el peso de la injusticia, a través de la mirada de los niños que sufren por la falta de oportunidades.
“Dicen que las mejores crónicas son aquellas escritas en el fin del mundo, y en esos lugares situados al otro lado de la lejanía, lugares donde a veces llorar y reír cuesta lo mismo, y donde siempre se camina al borde del abismo, puede faltar cualquier cosa, menos un contador de historias dispuesto a llevarse en su libreta el polvo del camino.
“Siempre es un privilegio ser testigo de la belleza en sus formas más simples. Y el periodismo -que a pesar de los modernos ropajes que se ponga en cada tiempo, seguirá siempre siendo lo mismo: una mirada sobre las personas y sus lugares, sobre los lugares y sus historias, sobre sus historias y sus consecuencias- no debe nunca privarse de la belleza que ofrenda la vida en cada tramo, incluso, cuando la realidad se presente ataviada de tristeza.
“Quizás sea importante resaltar en esta ocasión el valor del periodismo independiente, ese que no necesita estar en ninguna nómina para mantenerse de pie; ese que no necesita ser auspiciado por los dueños del mundo para que lo escuchen; ese que tiene música propia y solo tiene compromiso con las verdades sencillas de la vida, con la belleza de los caminos y con todo aquello que ven sus ojos.
“Y resaltar la necesidad de mirar a todos lados, no solo adonde nos indican los grandes intereses.
“En un país que cada día pierde su batalla contra el desaliento, los periodistas no podemos ser coleccionistas de silencios.
“A fin de cuentas, decir la verdad siempre será un acto de decencia.
“Muchas gracias.”
Share:

Fidel, la palabra y su épica


Por José Rafael Lantigua

LA ÉPICA FIDELISTA NO se inició ni con la expedición del Granma ni con la victoriosa guerrilla de Sierra Maestra. Comenzó mucho antes y comprende ignorados capítulos donde el arrojo y el azar cumplieron roles de significación en la construcción de la leyenda.
Rebelde incorregible, de agallas irrefutables y de verbo abrasador, convocaba lo mismo a la rebelión como al seguimiento de sus ideas y propósitos, teniendo como base la seguridad en sí mismo y su palabra. Su liderazgo en sus años universitarios –en medio de acechanzas de todo tipo-, su participación en el Bogotazo y, antes, en la expedición fracasada de Cayo Confites, son apenas algunos de los episodios donde Fidel Castro Ruz impuso su autoridad muchos años antes de que se convirtiese en el Comandante en Jefe de la Revolución cubana.
Su liderazgo quizás sea el más longevo que haya conocido la historia. Justo setenta años de vigencia plena y de influencia determinante en la vida cubana. Aunque Fidel afirmaba que su primera rebelión se produjo en su casa a los nueve años de edad –junto a una segunda a los 11 y una tercera a los 12- porque sus padres querían mantenerlo en Birán sin estudiar, su primera decisión política fue luchar contra el gobierno de Grau San Martín, incorporándose al grupo de los ortodoxos que comandaba Eduardo Chibás, en 1946. De esta fecha hay que partir, en mi criterio, para hilvanar la historia política de siete décadas de Fidel Castro que cerró su dilatado ciclo hace una semana.
Desde luego, el liderazgo de Fidel fue una construcción incesante y bravía. No fue obra de la casualidad. Se labró a pulso y contracorriente. Bajo certezas y dudas, y sobre las olas del tiempo. Fidel llegó al colegio de Belén, en La Habana, a los 16 años. Y allí se destacó en los deportes –baloncesto, béisbol, balompié- y como explorador. Su tutor fue el padre Llorente, que años después trabajaría en Santo Domingo. El sacerdote jesuita veía que a Fidel le gustaba hacer la guardia en las acampadas y era cabeza en la acción deportiva, de modo que pronto lo hizo general de los exploradores de la escuela. “Es de las cosas que agradezco a los jesuitas: si te gustaba el deporte, te estimulaban; si te gustaba la exploración, igual. Todas las actividades sanas, las cosas puras, de rigor, ellos las estimulaban”, contaba Fidel en una ocasión. Más de uno –Eusebio Leal, entre éstos- que conoce su biografía a fondo ha afirmado que Fidel fue ante todo un producto jesuítico.
Luego, llegarían las batallas universitarias, que tal cosa era entonces la actividad estudiantil. Sin experiencia política, provinciano, hijo de un terrateniente gallego, inició en la Universidad de La Habana la que él consideró como su etapa “más difícil, más quijotesca, la más peligrosa y heroica de mi vida”. Enfrentó al gobierno de Grau y puso el frente a la violencia de los líderes estudiantiles más temibles, Rolando Masferrer y Manolo Castro. Más de una vez estuvo a punto de ser asesinado. Cuando tenía seis años allí, a los 21 años, ya había alcanzado suficiente conciencia política para saber por dónde debía encaminar su destino. Ocho años más tarde, ya estaba al frente del ataque al cuartel Moncada y trece años y medio después, entraba triunfante el 1 de enero de 1959 con su revolución a cuestas.
Fue buen deportista, brillante boy scout, eficiente conductor de grupos, pero mal estudiante. Fidel lo justificaría luego diciendo que nunca encontró profesores brillantes que lo arrastraran al aula. De modo que se hizo autodidacta y se dedicó por entero a su verdadera vocación: la política revolucionaria. No obstante, con frecuentes ausencias debido a su activismo político, obtuvo tres títulos universitarios: doctor en Derecho, licenciado en Derecho Diplomático y licenciado en Derecho Administrativo. Para entonces, ya le perseguía la fama doble que coronaría toda su vida: la del dirigente inteligente y fiero, y la del líder de controversiales audacias. Y en medio de sus luces y de sus sombras, la palabra. La épica fidelista no puede acogerse sin esta cualidad indiscutible de su personalidad política: la del orador que supo construir sus estamentos de gloria con su original modo de expresión pública. Desde muy joven estudió la historia universal y, aunque pueda parecer insólito, la historia sagrada. Nunca recibió clases de declamación ni de oratoria. Sin embargo, desde las aulas universitarias, y desde las mismas aulas lasallistas o jesuíticas, dio muestras de su capacidad para utilizar la palabra como arma de combate. “Repudié siempre la forma de expresarse que fuera abstracta, confusa, pomposa y aparentemente docta… lo habitual en mí ha sido tratar de comunicar lo comprendido de manera sencilla”. Aquí estuvo, sin dudas, la clave de su éxito en el juzgado donde proclamó su absolución por la historia, en las reuniones estudiantiles, en las aulas de la universidad habanera, en las calles de Bogotá cuando arengaba a las multitudes a la rebelión a causa del asesinato de Gaitán, en los campos de batalla y en las jornadas sin fin de la Plaza de la Revolución. La palabra fue su hazaña más fecunda, porque con ella permitió que nacieran todas las otras. Sabía enfatizar las ideas, transmitía con energía sus propósitos, sembraba en las masas una frase, un pensamiento, que conducía a objetivos previamente fijados.
“Mi oratoria es como una vida vivida”, dijo en una entrevista. Fidel decía que se olvidaba, al hablar, de las palabras elegantes y se iba a la esencia de las cosas. “Creo que el día que empecé a hablar y a escribir, en la misma forma que era capaz de conversar, adquirí plenamente dicho estilo”. Era consciente de que la palabra era su instrumento de mayor poder, incluso más que el fusil. Era una oratoria dialogante que imponía juicios desde la palabra abierta donde la gestualidad y los tonos cubrían con eficacia sus roles. “Al hablarle al pueblo –dijo- podía estar hablando a cien, a mil o a un millón; sencillamente el secreto estaba en conversar de la misma forma que podía hacerlo con una sola persona”. Tal vez contradecía a Chesterton que afirmaba que “el orador no nace, se hace”, pero del mismo modo estaba de acuerdo con el escritor británico quien entendía que el éxito de un ejercicio de la palabra dependía de quien era su transmisor. “Si tras quien discursa no existe una historia, una autoridad, un prestigio, es posible que quienes escuchen se aburran. De modo que el hecho de que el auditorio preste atención, no se debe solo al contenido del discurso, sino a la autoridad o al prestigio que tenga la persona que lo está diciendo”. Fidel sabía cuál era su puesto en la historia y no vacilaba en demostrarlo. Le gustaba tener cerca de la tribuna a la gente, para convertir su palabra en un diálogo, de ahí que consideraba que en sus discursos en la Plaza de la Revolución tenía que manejar una técnica creativa debido a la lejanía de su inmenso auditorio. Pero, siempre empleando las cualidades de la claridad y la sencillez.
Con su palabra, Fidel Castro construyó la épica revolucionaria. Esa fue su arma más letal. Estaba separado de Martí en este aspecto, de quien dijo que tenía una oratoria “muy compleja, muy elegante, con imágenes verdaderamente bellas, pero no es fácil comprender sus discursos”. Y con esa arma dominó el escenario de Cuba y del mundo, en medio de todos los peligros que afrontó. Era su defensa, su destreza mayor, su látigo. “Creo que la táctica que a mí me salvó fue que me mantuve con el látigo en la mano, haciendo un ruido igualmente tremendo”. La ardiente metáfora del que fue su mecanismo protagónico esencial durante setenta años.
Share:

Bienvenido a tu blogs Comunicador Social

En esto días es de estima que te esfuerses y seas valiente dice el senor Jesús.

Bienvenido Comunicador Social

Que el amor la verdad te sigan es un excelente paso, ya que eres la representación del pueblo dominicano..

Sigues hacia delante toca las estrella contempla los rayos de manana y que Dios t bendiga en todos tu que haceres..

VISITAS DE NUESTROS LECTORES

Buscar este blog

Archive

IDAC

IDAC

La Humildad

La Humildad
ANDRES NAVARRO CON LOS PROFESORES ADP

Buscar

Popular Posts

Blog Archive