El brasileñazo vendrá
Por: Nélsido Herasme
Faltan
más y lo sabe Dios y lo sabe el pueblo que los que hasta ahora han sido
sindicados por los casos de sobornos por parte de la empresa constructora del Brasil, Odebrecht, no son
todos los que son.
Aunque
se manipulen papeles y se haga la escogencia de manera selectiva de supuestos imputados, a la
República le ha llegado la hora de la verdad, de llamarle al pan pan y al vino
vino.
El
latrocinio, el soborno, la perversidad y la impunidad caerán de rodillas cuando
reciban su castigo.
No
albergo la menor duda de que los informes emanados de la justicia del país suramericano serán más que
contundente.
Según
una parábola de las sagradas escrituras, el hijo de Dios transitó por las aguas
y no se mojó, y otros en un esfuerzo de titanes por igualarse a Jesucristo
dicen que caminaron por el lodo y ni siquiera fueron salpicados.
Los
papeles hablaran por sí solos, porque son mucho los que están enredados en la
madeja de la firma constructora en cuestión, por tanto es de mucha salud para el debido proceso que
se acoja la sugerencia del doctor Emmanuel Esquea de suspender a los imputados
que pertenecen a partidos políticos mientras sus casos se ventilen en la
justicia y puedan demostrar su inocencia.
El pueblo tiene ganas de ver
purgando penas a quienes, de la noche a la mañana y, valiéndose de los resortes
de lo poder, no tienen forma de justificar los cuantiosos recursos que poseen.
Aquí
hay una sociedad civil empoderada, reclamando explicación al reducido círculo de
políticos que han ido al estado a llenarse los bolsillos y no pueden explicar
la abundancia que exhiben.
La
población movilizada y expresada en la Marcha Verde reclama que los
responsables del peor desastre económico que registra la historia de la República
respondan por ante los tribunales.
Estos
señores, llamados políticos, con nombres y apellidos, embargaron al país y
llenaron sus árganas de papeletas y hoy, a golpe de impuestos, se la cobran a
los que nada tienen.
La
torta se ha vuelto, por lo que con toda certeza podemos decir que el país está
dividido entre verdes y corruptos.
Qué
bien vendría la publicación de un álbum verde de la corrupción en contra de
aquellos que y hoy no saben decir cómo han conseguido tantas riquezas.
La
ciudadanía está exigiendo el porqué de la nada tanta fortuna, despampanantes
palacetes, mansiones de lujos, avionetas, Jeepetas y por qué tan rápido y en
tampoco tiempo dieron el salto del garrochista.