Hace 31 años, Villa Francisca se "incendió" por el asesinato de Tony Seval
Recuerdo que tras confirmarse la trágica noticia de la muerte de Tony Seval, hace 31 años, la indignación se apoderó de los habitantes del barrio de Villa Francisca, por lo que rápidamente nos comunicamos con otros compañeros y compañeras de organizaciones de izquierda que incidíamos en este sector.
De inmediato comenzaron las movilizaciones por todas las calles de Villa Francisca bajo la consigna ¡Quien mató a Tony Seval, un maldito militar! Así el repudio a ese asesinato fue tomando fuerza, motivado por un reportaje que difundió el extinto Yaqui Núñez del Risco, en el que se presentaba el cadáver del malogrado artista, con heridas punzantes hasta en la “planta de los pies”.
La ira fue creciendo, y mientras pasaban los minutos, cientos de personas se integraban a la movilización, que iba acompañada con quemas de neumáticos y algunos grafitis. La multitud era tan grande que pasábamos por el frente del destacamento y la Policía no impedía el paso de la protesta. Mientras, los padres de los que participábamos al vernos tan iracundos, expresaban su temor a que fuéramos reprimidos y a los que no tenían costumbres de participar en este tipo de eventos, les hacían señas para que salieran.
Recuerdo en un momento algunas personas intentaron, en una de las ocasiones que pasamos por el frente, tomar el destacamento, a lo que el compañero Jorge Rodríguez, hoy profesor de Artes de la UASD, y yo nos opusimos, colocándonos de frente a la multitud y de espalda a la puerta del recinto policial, aun a costa del riesgo de nuestras vidas, pues, una incursión violenta a ese local, hubiera provocado un baño de sangre, tras este incidente, por lo tarde de la hora se suspendieron las movilizaciones.
Luego del sepelio, y durante los nueves días, las calles de Villa Francisca lucieron todas las noches con velas y velones encendidos, utilizándose en nuestro barrio, por primera vez en todo el país, este método de protesta, con el cual se llama la atención de las autoridades de turno para que atiendan reivindicaciones populares.
A 31 años de este alevoso y cobarde asesinato, sus autores materiales e intelectuales siguen protegidos por el manto de la impunidad, y nadie ha pagado por ese crimen. Siempre se ha mencionado como uno de sus autores al exsecretario de las Fuerzas Armadas de esa época, Manuel Antonio Cuervo Gómez, un militar con un amplio historial represivo y que fue premiado con el referido cargo por el expresidente Salvador Jorge Blanco, en el periodo 1982-1986. Pero esa es otra historia.
Bienvenido Scharboy
